LOS PRIMOS

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Francisco Bustillos y Ricardo Anaya
Francisco Bustillos y Ricardo Anaya

ES BUSTILLOS, UN GUERRERO…

Quien está trabajando duro y en serio para estar dentro del Consejo Estatal del PAN a elegirse este domingo es Paco Bustillos, militante de Guadalupe y, por qué no decirlo, guerrero de mil batallas.

El panista sabe que rema contra corriente, que debe llegar a la meta y eso sólo lo hará con militantes como él, que no está de acuerdo con las imposiciones, que no se arrodillan ante quienes manejan el partido a su antojo, y ante quienes han olvidado que el PAN es una institución política que está para servirle a los ciudadanos, no para servirse a sí mismos.

De contar con el voto azul, Bustillos abrirá una puerta grande, la de la esperanza, la de una lucha incansable, la del sí se puede ganar a pesar de las adversidades, porque hoy para llegar a la meta, para estar en el juego político, para reventar a esos manipuladores del PAN, hay que pelear con garra, pero sobre todo, de la mano con toda esa militancia que ha sido rezagada por unos cuantos.

Y vaya que Paco hizo la tarea, visitar a los militantes, estar presente en ellos, atender sus necesidades, llegar por una convicción, porque ha trabajado, no ahorita que se necesita el voto, sino desde hace ya muchos años… eso le da el derecho de seguir aspirando a más.

Hay que decirlo también, la militancia necesita de líderes que rompan barreras, que luchen por ellos, que sean bien representados y de este tipo de panistas hay miles, no sólo en Guadalupe, sino en todo el Estado.

Los panistas, de apoyar a Bustillos, pueden hacer historia, una historia diferente, una historia de lucha, de trabajo, de esfuerzo, pero sobre todo, de dejar atrás las imposiciones de quienes se creen los dueños del Partido… basta de imposiciones mezquinas, basta de estar arrodillados, basta de soportar la intromisión de quienes sólo buscan el poder para beneficio propio, no para el PAN, no para la militancia, no para el ciudadano… hoy son tiempos de cambio, hay que pelear, hay que retar, hay que trabajar duro, de la mano… vaya que sí.

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