LOS PRIMOS

MUESTRA VICTOR FIRMEZA…
Pues vaya que Víctor Pérez puso a temblar a más de líderes del PAN al fijar su postura que el grupo Santa Catarina aún no se define por algún candidato a la dirigencia estatal.
Lo anterior, tras la grilla que ya circula en los diversos corrillos políticos del Estado y donde se ha revelado el nombre de Hernán Salinas como posible dirigente panista, en sustitución de Mauro Guerra.
Víctor fue claro al mencionar que su grupo ni siquiera estaba enterado por fuentes oficiales del partido sobre la intención de mandar a Salinas a sentarse en la de Mauro Guerra, o sea en la silla, lo que deja en claro el líder albiazul santacatarinense que no va a permitir imposiciones.
En menos palabras, que respeto demanda respeto y si los demás liderazgos del partido quieren imponer sus gallos, seguramente para seguir debilitando al partido, Víctor Pérez no está dispuesto a tolerarlo, o se sientan a dialogar o se sientan a dialogar, aquí no hay de dos sopas, porque todo indica no habrá más roces… ¡habrá madrazos!

KARINA Y SUS CONVENIENCIAS…
La que quiere aparentar que es muy brava para eso de jugar a la oposición es Karina Barrón, la diputada “sapo” del Congreso local, por aquella frase colombiana de traicionar a los grupos en donde ha pertenecido.
La ahora priista ha comenzado a alzar la voz para exigir un plan vial en la carretera nacional, la cual está saturada no sólo sábados y domingos, sino cualquier día de la semana… es intransitable.
Lo curioso del caso es que ese problema existe desde hace años, pero hasta ahora, que ya se acaba la administración de su amigo, socio, cómplice o como usted le quiera llamar a Adrián de la Garza, pues le ha dado por “ponerse las pilas” para hacerse sentir como una legisladora que busca soluciones para los ciudadanos.
Malo el asunto porque Karina Barrón sólo “grita” cuando a ella le conviene y como ahora que llega Luis Donaldo Colosio a la alcaldía de Monterrey, su enemigo público por haber votado por su expulsión en la bancada de Movimiento Ciudadano, quien no toleró sus manejos oscuros cuando era su aliada legislativa, por eso la corrieron, pues ahora intenta meterle presión en un problema por demás añejo.
La cosa es que a Karina nadie le cree sus posturas, mucho menos que le sea leal a los regios, más bien ella juega sus propios intereses.

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