El municipio de Guadalupe rindió un homenaje al matador de toros Eloy Cavazos Ramírez, durante una sesión solemne de Cabildo.
Durante la misma, presidida por el alcalde Héctor García, se reconoció su destacada trayectoria en el mundo de la tauromaquia.
Un día como hoy, 28 de agosto de 1966, con tan solo 17 años, Eloy Cavazos recibió su primera alternativa en la Monumental Monterrey, fecha que marcó el inicio de una carrera llena de logros y hazañas.
El edil de extracción emecista destacó los récords alcanzados por Cavazos, entre ellos, ser el diestro mexicano que más apéndices ha cortado, así como su histórica faena en la Plaza de Las Ventas, en España, que lo consolidó como el máximo exponente de la tauromaquia en el país.
“Maestro Eloy, usted no solo fue torero; fue arte en movimiento, ejemplo de entrega. Un hombre que hizo de la plaza su casa y del toro su más noble adversario. Cada tarde en el ruedo tejió historias; con capote y muleta firmó faenas que aún nos erizan la piel. Nos enseñó que el valor no es la ausencia del miedo, sino el coraje de enfrentarlo y mirarlo a los ojos”, expresó.
Tras recibir el reconocimiento como Ilustre Guadalupense, Cavazos recordó su vida en esta ciudad, de la cual ha sido testigo de su transformación a lo largo de los años.
“A Guadalupe yo lo vi crecer, lo vi nacer prácticamente. Aunque no soy tan viejo, sí he sido testigo del impresionante progreso que ha tenido: sus calles, sus alumbrados, sus escuelas... todo muy bonito”, destacó.
Durante la misma, presidida por el alcalde Héctor García, se reconoció su destacada trayectoria en el mundo de la tauromaquia.
Un día como hoy, 28 de agosto de 1966, con tan solo 17 años, Eloy Cavazos recibió su primera alternativa en la Monumental Monterrey, fecha que marcó el inicio de una carrera llena de logros y hazañas.
El edil de extracción emecista destacó los récords alcanzados por Cavazos, entre ellos, ser el diestro mexicano que más apéndices ha cortado, así como su histórica faena en la Plaza de Las Ventas, en España, que lo consolidó como el máximo exponente de la tauromaquia en el país.
“Maestro Eloy, usted no solo fue torero; fue arte en movimiento, ejemplo de entrega. Un hombre que hizo de la plaza su casa y del toro su más noble adversario. Cada tarde en el ruedo tejió historias; con capote y muleta firmó faenas que aún nos erizan la piel. Nos enseñó que el valor no es la ausencia del miedo, sino el coraje de enfrentarlo y mirarlo a los ojos”, expresó.
Tras recibir el reconocimiento como Ilustre Guadalupense, Cavazos recordó su vida en esta ciudad, de la cual ha sido testigo de su transformación a lo largo de los años.
“A Guadalupe yo lo vi crecer, lo vi nacer prácticamente. Aunque no soy tan viejo, sí he sido testigo del impresionante progreso que ha tenido: sus calles, sus alumbrados, sus escuelas... todo muy bonito”, destacó.