Como parte del 55 aniversario luctuoso del nuevoleonés Rodrigo Gómez Gómez, el alcalde de Santiago, David de la Peña Marroquín, rindió un homenaje a orillas de la presa que lleva su nombre.
En el lugar, también develó la escultura “Boca de Agua”, del artista Emilio Flores García, informó el edil, recordando que Rodrigo Gómez, quien fue su tío abuelo, fue un linarense reconocido a nivel internacional; Senador de la República por Nuevo León, Director del Banco de México y condecorado por más de 10 países con diferentes órdenes y grados.
Ante familiares de don Rodrigo, De la Peña Marroquín destacó las gestiones de su ancestro para conseguir los fondos económicos que permitieron la construcción de la presa, inaugurada el 9 de septiembre de 1963, y designada con su nombre en 1970.
“El nombre de Rodrigo Gómez está enlazado a la historia de Nuevo León. “Está en la historia de mi familia, como mi tío abuelo paterno, hermano de mi abuela, Soledad Gómez, casada con Alfredo de la Peña González.
“Y muy estrechamente vinculado a la historia de Santiago, desde los primeros años de la década de 1960, cuando, preocupado por la crisis de abasto de agua que vivía Monterrey, inició una cruzada para construir una presa que garantizara el suministro del vital líquido para lo que ahora es el área metropolitana”, recordó.
En el lugar, también develó la escultura “Boca de Agua”, del artista Emilio Flores García, informó el edil, recordando que Rodrigo Gómez, quien fue su tío abuelo, fue un linarense reconocido a nivel internacional; Senador de la República por Nuevo León, Director del Banco de México y condecorado por más de 10 países con diferentes órdenes y grados.
Ante familiares de don Rodrigo, De la Peña Marroquín destacó las gestiones de su ancestro para conseguir los fondos económicos que permitieron la construcción de la presa, inaugurada el 9 de septiembre de 1963, y designada con su nombre en 1970.
“El nombre de Rodrigo Gómez está enlazado a la historia de Nuevo León. “Está en la historia de mi familia, como mi tío abuelo paterno, hermano de mi abuela, Soledad Gómez, casada con Alfredo de la Peña González.
“Y muy estrechamente vinculado a la historia de Santiago, desde los primeros años de la década de 1960, cuando, preocupado por la crisis de abasto de agua que vivía Monterrey, inició una cruzada para construir una presa que garantizara el suministro del vital líquido para lo que ahora es el área metropolitana”, recordó.